Queridos Edgar y Monteys, os quería hablar de una pequeña acción que inicié hace un tiempo: marketing de querrilla. ¿Y a nosotros que narices nos importa, diréis? Pues bien, el producto a publicitar, a hacer que lleguase a todas partes y a los corazones de todos ha sido la propia revista "el jueves". Así pues, decidí abandonar a su suerte todos "los jueves" que compraba, una vez leídos (por supuesto), en los vagones de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya. Todos ellos con un mensaje: "compartir mola, no a la ley Sinde" (hace tiempo que lo hice, el tema estaba más a la orden del día, ¿vale?). Y por otro lado, de esta manera reivindicaba la libertad de compartir como antaño hacíamos con los cassetes de Spectrum, las cintas VHS o las clásicas fotocopias de Dragon Ball. Os dejo los links a mi blog donde veréis las fotos de las revistas abandonadas y otras memeces como tiras cómicas (o intentos) y dibujicos chorras: